Por: Andrés Ribeiro Wittenberger – Asociación Uruguaya de Protección Contra Incendios.

En nuestro país, la Dirección Nacional de Bomberos (DNB) que forma parte del Instituto Policial tiene las atribuciones de Policía del Fuego, por ley. Son sus cometidos la Prevención, extinción y combate del fuego. En el año 1987 (ley 15896) se establece la obligación para todos los edificios de una habilitación de la DNB con la única excepción de las viviendas unifamiliares. En ese momento la habilitación mencionada se realizaba luego de un pedido de informe y recomendaciones que el propietario del edificio debía hacer a la DNB. Una vez cumplidas las recomendaciones del informe mencionado se podía solicitar la correspondiente inspección y habilitación del Edificio.

Es importante aquí decir que hasta ese momento la cantidad de siniestros por fuego era relativamente baja debiéndose esto a la buena calidad de construcción en el país (en su mayoría cerámica y hormigón) así como la baja incidencia de instalaciones eléctricas y otras auxiliares como aire acondicionado, calefacción, etc.

Esta realidad empieza a cambiar sobre finales de la década del 90 por la importante participación en la plaza de inversores extranjeros que tenían sus propios requerimientos en la mayoría de los casos muy superiores a los requeridos por DNB. Es así que la instalación de Hoteles de cadenas internacionales así como Supermercados y algunas grandes industrias actúan como incentivos en el mercado para el desarrollo de mejores prácticas de prevención y protección. En todos éstos casos la mayoría de las normas que se aplicaban correspondían a los requerimientos de instituciones como NFPA, FM, etc.

En el año 1999 se establecen por primera vez las Normas o Códigos para la prevención y extinción en viviendas colectivas. Lo más interesante del caso es que para la confección de esas Normas la DNB invita a participar a las gremiales de la construcción (Liga de la Construcción del Uruguay, Cámara de la Construcción del Uruguay y Asociación de Promotores Privados de la Construcción) así como a representantes de la Facultad de Ingeniera de la Universidad de la República. Luego de un trabajo exhaustivo se llega al decreto 333/2000 que es el primer antecedente de una Norma aprobada por DNB para éste tipo de construcciones.

A partir de ese momento y siempre con el criterio de participación de representante de la Sociedad Civil así como de las autoridades de Gobierno se van desarrollando nuevas normas y códigos sobre clasificación de los distintos tipos de edificación según sus riesgos, destino de locales, carga de fuego así como medidas específicas para la detección y combate de incendios.

En los últimos años se han constituido dos espacios para el desarrollo de éstos temas. El primero es el Comité de Seguimiento y el segundo el Comité Técnico donde están representados además de la Dirección Nacional de Bomberos el coordinador del Ministerio del Interior, la Asociación Uruguaya de Protección Contra Incendios, la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, la Asociación de Ingenieros del Uruguay, la Asociación de Técnicos de Protección Contra Incendios. Entre todas estas instituciones se discuten y resuelven tanto las normas a aplicar, la generación de nuevas normas así como otros temas específicos de la PCI.

Esta participación colectiva asegura el poder tener en cuenta las distintas visiones y opiniones sobre los temas así como los intereses de unas y otras partes. Entendemos que ésta forma de trabajo si bien en algunos momentos puede ser lenta y engorrosa tiene la virtud de conseguir legitimar y consensuar el desarrollo de las normas a aplicar.

Vale también indicar aquí las dificultades y problemas que se han generado en su aplicación. En primer lugar y como es natural, la imposición de la instalación de determinadas medidas tiene su peso (aun cuando pueda ser poco significativo) en los costos de la Construcción por lo cual en múltiples oportunidades hemos tenido la oposición de alguna de las gremiales de la construcción tanto para la determinación de las normas como para la implementación concreta de las mismas. Es así que algunas de las resoluciones y requisitos formulados para la protección de viviendas y vigente desde hace ya años, se viene postergando a pedido de los Promotores con el apoyo de las autoridades de Gobierno a nivel político.

Por otra parte (y creo que esto vale en toda Latinoamérica) la seguridad no suele ser una prioridad en los momentos de crisis, y en la mayoría de nuestras economías del Tercer Mundo la crisis es una condición casi permanente por lo cual la inversión en seguridad se va postergando en el tiempo a la espera de “tiempos mejores”.

Por último y más allá de la importancia de contar con Normas y Códigos claros y de hacerlos cumplir estamos profundamente convencidos que la educación y la concientización son herramientas fundamentales en la protección contra incendios y eso significa que deberemos comprometernos a nivel social para que esa conciencia sobre la seguridad sea colectiva para poder así tener una sociedad con más seguridad.

Finalmente queremos agradecer a ANRACI la oportunidad de poder contribuir con nuestra modesta experiencia a un intercambio muy necesario entre aquellos actores latinoamericanos comprometidos con los temas de Protección Contra Incendios. Desde AUPCI estamos convencidos de que lo que nos permitirá crecer y desarrollarnos pasa por el intercambio que nos alimenta de experiencias y conocimientos de terceros, y muy especialmente cuando se trata de hermanos y vecinos de Latinoamérica.

Andrés Ribeiro Wittenberger.

Bachiller en Arquitectura.

Director de Andrés Wittenberger S. A. desde 1975.

Docente en Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República (UDELAR) entre 1984 y 2003.

Cofundador y actual Presidente de Asociación Uruguaya de Protección Contra Incendios (AUPCI)

Presidente de la Liga de la Construcción del Uruguay entre 2000 y 2007.

Integrante del Comité de Seguimiento del Ministerio del Interior para los temas de Protección Contra Incendios.

ACERCA DE AUPCI.

AUPCI, fundada en el año 2002 e integrada por los Técnicos y Empresas vinculadas a la Protección Contra Incendios (PCI) en el Uruguay surge para agrupar a quienes participan en el mercado de PCI de distintas maneras. 

Desde su fundación ha mantenido un fluido contacto tanto con las autoridades nacionales comprometidas con esta temática (Ministerio del Interior y Dirección Nacional de Bomberos) así como con las gremiales que agrupan a profesionales y empresas del sector de la construcción (Asociación de Ingenieros, Sociedad de Arquitectos, Liga de la Construcción, Cámara de la Construcción, Asociación de Promotores Privados de la Construcción).