Una reflexión y mirada técnica y preventiva desde ANRACI.

Cada cierre de año trae celebraciones, velas, decoraciones, extensiones eléctricas y cocinas funcionando al máximo. También suelen aumentar las cargas térmicas, los puntos de ignición y el estrés en muchas infraestructuras. Todo esto coincide con un dato que se repite año tras año: en diciembre, los incendios estructurales se duplican en Colombia.

La reciente nota presentada en televisión nacional vuelve a encender las alarmas y confirma algo que el sector de la protección contra incendios ha observado por décadas: el riesgo crece cuando bajan los niveles de prevención.

Desde ANRACI, queremos explicar qué hay detrás de esta tendencia, cuáles son las principales causas, cómo se pueden evitar estos eventos y por qué la protección contra incendios debe ser tratada como un componente esencial para la seguridad, la productividad y la continuidad operativa en cualquier tipo de edificación.

1. ¿Por qué aumentan los incendios estructurales en diciembre?

Aunque cada incidente tiene particularidades, los factores que impulsan el incremento durante esta época se repiten con notable consistencia:

a. Sobrecarga eléctrica

Las instalaciones reciben más demanda de lo habitual:

• iluminación decorativa,
• múltiples extensiones improvisadas,
• conexiones poco seguras,
• equipos trabajando por encima de su capacidad.

Esto genera calentamiento en conductores, sobrecorrientes y fallas de aislamiento.

b. Mayor actividad en cocinas y zonas de preparación de alimentos

En hogares, restaurantes, hoteles y comercios, diciembre es un periodo crítico por:

• grasa acumulada,
• llama abierta,
• equipos sin mantenimiento,
• falta de personal entrenado.

c. Uso de pirotecnia y elementos inflamables

Aunque en muchos lugares está prohibida, sigue siendo una causa recurrente de incendios, especialmente en zonas residenciales.

d. Relajamiento en los protocolos de seguridad

La operación se vuelve más rápida, menos estricta y con menor supervisión.
El “descuido temporal” causa incendios que pudieron prevenirse con acciones muy simples.

2. Consecuencias: mucho más que pérdidas materiales

Un incendio estructural no solo quema bienes. Tiene un impacto profundo en:

• la vida y salud de las personas,
• la continuidad de empresas y servicios,
• la percepción de seguridad,
• el costo país asociado a aseguradoras, emergencias y reconstrucciones.

En los sectores comercial e industrial, un solo incendio puede detener la operación durante meses, afectar empleos, romper cadenas de suministro y generar pérdidas que superan lo visible en televisión.

3. ¿Qué estamos viendo desde la protección contra incendios?

La mayoría de incendios son prevenibles.

Casi todos los incidentes registrados en diciembre cumplen un patrón: el sistema de protección contra incendios no existía, o estaba incompleto, o no funcionaba, o no se instaló correctamente o no se había mantenido.

Hay un déficit de inspección y mantenimiento.

Un extintor vencido, un detector sucio, un rociador obstruido o una bomba sin pruebas pueden ser la diferencia entre un conato y una pérdida total.

Se sigue improvisando con instalaciones eléctricas y sistemas de protección.

La informalidad en este sector sigue siendo un riesgo crítico para el país.

4. ¿Qué recomienda ANRACI para reducir los incendios en diciembre?

Inspecciones preventivas antes del pico de riesgo:

Realizar revisiones técnicas de:

• sistemas eléctricos
• sistemas de detección,
• bombas,
• redes de rociadores,
• gabinetes,
• extintores,
• sistemas especiales,
• tableros eléctricos.

Mantenimiento profesional

Los sistemas instalados no garantizan seguridad si no se mantienen bajo estándares técnicos reconocidos.

Evitar improvisaciones

Nada de conexiones “rápidas”; nada de “yo creo que aguanta”; nada de instalaciones sin respaldo técnico.

Capacitación al personal

Una brigada entrenada puede controlar un conato antes de que escale.

Gestión de cargas combustibles y orden

Eliminar acumulación de cartón, papel, textiles o elementos innecesarios reduce el potencial de propagación.

f. Cultura de prevención

El riesgo no desaparece por ignorarlo. Las organizaciones deben asumir la protección contra incendios como parte estratégica de su operación.

5. La responsabilidad es de todos

La prevención no depende solo de los cuerpos de bomberos o de los ingenieros.
Depende también de propietarios, administradores, empleados, residentes, contratistas y usuarios.

Cada persona que se toma en serio la prevención contribuye a un país más protegido.

6. El rol de ANRACI

Como gremio especializado en la protección contra incendios, ANRACI:

• promueve el uso de normas técnicas internacionales,
• impulsa la profesionalización del sector,
• desarrolla espacios de formación y actualización,
• participa en la construcción de mejores prácticas,
• articula industria, gobierno y academia,
• genera conocimiento para mejorar la seguridad en las edificaciones del país.

Los incendios de diciembre son un recordatorio de por qué es necesario fortalecer el sector y trabajar bajo estándares de calidad.

Los incendios estructurales que se duplican en diciembre no son un destino inevitable, sino el resultado de falta de prevención acumulada. Con inspecciones a tiempo, mantenimiento adecuado, instalaciones certificadas y una cultura de seguridad más fuerte, estas cifras pueden reducirse de manera significativa.

ANRACI seguirá liderando acciones para que Colombia avance hacia un modelo de protección contra incendios más moderno, profesional y alineado con las mejores prácticas del mundo.